Cambiemos para que todo siga igual…

Este sistema perverso siempre nos conduce al mismo dilema: «la horca o la guillotina», pero nunca he visto ni escuchado que exista una verdadera predisposición a eliminar ese «supuesto enfrentamiento» con ánimos de resolver sinceramente los problemas que ellos mismos han generado constante y sistemáticamente.

No me creo nada de lo que la democracia representativa propone, porque nunca elegimos nada realmente, mucho menos escucho a los supuestos adalides de la justicia, la paz, la libertad y la fraternidad adoptando o produciendo un acto de solidaridad y grandeza, reuniéndose sin enfrentamienos y tomando el toro por las astas para que, juntos, sin vencedores ni vencidos, sino todos en un objetivo común y respetando la pluralidad, buscando el consenso, se logre timonear y sacar adelante a la sociedad en conjunto (como hace tanto que lo prometen y jamás han pensado cumplir).

Este sistema es el máximo de gatopardismo posible, por lo tanto… todos se enfocan en eso: «cambian todo para que nada cambie»… de hecho, cada vez es peor.

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